BEING QUEER IN MADAGASCAR
Being gay in Madagascar doesn’t echo the loud and proud essence of queer communities in the west. Oppressed by the weight of far-right wing politics, societal discrimination, and a lack of international media coverage, many queer Malagasies live in silence, only able to truly live out their identity in the incubation of LGBT safe spaces.
Understanding the severity that all this has had on queer life in Madagascar is British photographer Tom Maguire. After spending time working with an NGO in Madagascar in 2016, Maguire met a group of LGBT Malagasies living in a queer commune in the neighbourhood of Antananarivo. Telling the photographer that no journalists had been there before, they asked him to come back and document their lives.
En Babilonia (2100-560 a. C.) también se documenta la existencia de la homosexualidad, que era considerada algo corriente y no se condenaba.1 Por ejemplo en el relato épico de Gilgamesh se muestra una relación erótica del héroe con su compañero Enkidu. Había cierta conexión entre prácticas sexuales, también homosexuales, y religión.
Hay constancia de que algunos sacerdotes de Ishtar eran gays y participaban bailando travestidos en determinados ritos.
En algunos templos babilónicos existía prostitución masculina sagrada, similar a la ejercida en la India hasta la época moderna, aunque el resto de la prostitución masculina no estaba bien vista.
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La persecución de los homosexuales en la Alemania nazi se fundamentó principalmente sobre la premisa de que la homosexualidad era incompatible con la ideología nacionalsocialista porque los homosexuales no se reproducían y por tanto no perpetuaban la raza aria.
La homosexualidad constituía una de las pruebas de degeneración racial que, además, se transmitía por vicio de unos individuos a otros; por ello las autoridades debían poner todos los medios a su alcance para evitar su extensión
En 1985: El gobierno alemán reconoció a los gais como grupo de víctimas del nazismo y se coloca el primer memorial en su recuerdo en Berlín, 40 años después.
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